Hoy estoy algo alicaída. Me doy cuenta que este blog es algo triste porque solo escribo cuando estoy de "bajón", pero es que ultimamente no tengo muy buenas noticias respecto a la adopción.
En el camino de nuestra segunda adopción vamos bien, la reunión que hubo el día 18 de enero me dió ánimos ya que al final solo asistieron 20 familias y alguna se quedará por el camino. Les dijeron que hasta marzo no empezarían a hacerles los estudios porque aún están con los de la reunión de septiembre, pero yo tengo esperanzas de que haya una reunión informativa en marzo, en la que entraríamos, y para mayo-junio empezaríamos nuestras entrevistas. Además, pienso que como en marzo tenemos que hacer el seguimiento de la adopción de Elia, aunque no son los mismos técnicos, si que imagino que tirarán de expediente y luego no nos harán demasiadas entrevistas. Aunque esto es solo una suposición mia. A ver si tenemos suerte, y después del verano podemos saber ya si este camino continúa o se detiene.
Respecto al seguimiento de Elia estoy muy enfadada. Es cierto que cuando la adoptamos asumimos que teníamos que hacerle seguimientos hasta los 18 años, pero lo que no asumí es que iba a estar esos 18 años a expensas de lo que los funcionarios y politicuchos de Kazajstán ( por muy kazajos que sean siguen siendo politicuchos y mafiosos como los de aquí) decidieran hacer. Ahora resulta que no solo los seguimientos tienen que tener un formato y letra concreta ( no digais que no son tocapelotas), un número de hojas concretas, 6 para ser más exactos, si no que encima tenemos que traducirlos única y exclusivamente con dos traductores que ELLOS han elegido. Toda España tiene que hacerlo con uno de esos dos traductores. Y casualmente los dos cobran casi lo mismo con 3 euros de diferencia. Esto es lo que me indigna, no es el dinero, que es prácticamente lo mismo que me cobra mi traductor de siempre, es que no tenga LIBERTAD para escoger al que yo quiera. Y no hablo de un simple traductor, ni de usar el google, hablo de un traductor Jurado, validado por el Ministerio de Exteriores, profesor de universidad para más inri...¿porqué no vale el trabajo de los funcionarios de Bienestar social españoles? ¿porqué se pone en duda su profesionalidad y la de nuestros traductores? ¿porqué desde aquí no se hace nada y se traga con todo?..no entiendo nada...y como siempre todo se trata de dinero, no es algo personal...SON NEGOCIOS. arggggggggggggggg.
Para colmo de males, ayer cuando fuí a recoger a mi hija al comedor me la encuentro con la cara hinchada y roja como un tomate de haber estado llorando como una magdalena, y me dice la auxiliar que han tenido un "incidente" en la hora de la comida porque los 5 niñ@s de su mesa han empezado a gritarla "eres una chinaaa, eres una chinaaa" y a reirse de ella porque lloraba "porqué lloras china??, eres una china llorica"...imaginaos cómo se habrá sentido ella. Y además de los 5 niños 4 van a su clase, eso es lo que más me desconcierta, son buenos compañeros, con 3 niñas va a inglés y una de ellas ha estado en casa un día jugando, y que ellas que la conocen desde siempre vengan a hacerla sufrir así, me da igual que la llamen china, gorda, gafotas o cuatro ojos, no es por el racismo que se desprende (que también) si no por el hecho de hacer llorar y regodearte del sufrimiento de un compañero...solo una de las mamás me ha dicho que ha reprendido a su hija, pero las otras dos no me han dicho nada, y ya os digo que me voy a tomar café con ellas todas las semanas, que tenemos relación, que al menos podían comentarme algo al respecto. Nada. Con una de ellas ya tuve un desengaño un día que me dijo "que no tenía ningún problema en que su hija fuera amiga de la mía aunque fuera China".....así que no me extraña, pero me duele. He intentado no sacarlo de contexto, decirle a Elia que intente no llorar cuando la digan eso, que ella diga "no soy china, soy kazaja, y no hay nada de malo en eso", que aunque la duela no llore delante de ellos porque son niños maleducados que les gusta hacer sufrir, y que cuanto más vean que a ella le duele más se lo van a decir. Que me lo diga a mí o a su padre, pero que intente no darle importante delante de ellos. No sé si he hecho bien. Creo que es lo mejor que le puedo decir, pero siempre me queda la duda de cómo gestionar este tema, de si darle o no darle importancia. Sobre todo por cómo lo vea ella. Que no vaya a sentir que me da igual. puff. Que asquito de personas que no son capaces de enseñarles a sus hijos a ser respetuosos con los demás, y encima yo tengo que respetar sus comentarios racistas y xenófogos cuando íbamos a tomar café. Son los mismos que alientan a sus hijos a pegarle un mamporro a su "amigo" si éste les ha pegado (ojo por ojo) o los mismos que hablan pestes de los profesores delante de sus hijos, son los mismos que alardean abiertamente de arreglar sus problemas a guantazo limpio, con sus hijos o con quien sea, ¿qué se puede esperar?. Al menos algo tengo claro, no pienso volver a pasar ni una, aunque me vuelva intransigente. En ese aspecto NO. Delante mío o de mi hija, no pienso consentir a NADIE, sea familia o amigo, que haga ese tipo de comentarios...nunca mais. Para cambiar algo y mejorar el futuro, hay que cambiar el presente, y la manera de hablar es una de las cosas a cambiar.
